Una Mudanza Anti-estrés y Anti-ruina

Dicen los expertos (algún día me gustaría conocerlos, ¡están por todas partes!) que una mudanza está en el tercer puesto del ranking de las 10 situaciones más estresantes en la vida. Pues hoy vamos a ayudaros a que vuestra próxima mudanza os deje relajaditos y satisfechos de que vuestra cuenta corriente no haya perdido ceros por el camino. 

¡Simplificando!

Yo, Mel, he vivido muchas mudanzas en mi vida y quizás esta última, de Barcelona a Sevilla nada menos, ha sido la menos estresante y más económica.  La más económica porque he descubierto Shiply, que es una página web donde publicas gratuitamente lo que necesitas enviar, cuándo y a dónde, y a partir de ahí diversas empresas empiezan  ofrecerte presupuestos, pujando a la baja, es decir, es como una subasta inversa. Tú puedes ver la información de cada transportista y las valoraciones que le han dado los usuarios, puedes preguntarles dudas y negociar antes de decidirte por alguno. 

A mí me salió muy barato, elegí a Brasil Mudanzas, unos chicos con muy buenas valoraciones y que además me llevaron a mí en la furgo, por lo cual me ahorré el billete de avión, llegué a la misma vez que mis cajas y paquetes, y aprendí muchísimo sobre Chile y su gastronomía gracias a Juan, nuestro  encantador conductor. Por cierto, próximamente en Cocineando pastel de choclo, plato típico chileno, para chuparse los dedos.

¡Vámonos que nos vamos!

Por otra parte, mi gran experiencia en mudanzas me avala como experta en este campo (entonces... ¡yo soy uno de los expertos!), por lo cual voy a daros algunos consejillos para que no os agobiéis a la hora de empaquetar vuestra casa:

1. Empezad con tiempo, ya sé que es obvio pero es lo más importante. Lo más estresante es claramente el atracón de empaquetar en pocos días.
2. Comprad cinta para embalar en el chino de la esquina y recorred los supermercados del barrio en busca de cajas de cartón. No siempre tendréis el mismo éxito, pero normalmente os dirán a qué hora debéis pasaros al día siguiente para que las cajas no las hayan tirado. Las de la sección de pan y bollería suelen ser las mejores y además les llegan cada día.
3. Montad las cajas, si no lo están ya, y empezad a empaquetar las cosas habitación por habitación. Las cajas que vayáis cerrando apiladlas en el pasillo y así podréis ir limpiando los espacios con los que hayáis terminado.
4. Las cosas frágiles, como la vajilla de cocina y demás ponelas en una caja aparte, envueltas en papel de periódico y cubiertas con toallas. Escribid en la caja una vez cerrada en letras grandes ¡FRÁGIL! Os servirá tanto a vosotros como a los de la mudanza.
5. Además, a cada caja ponedle vuestro nombre, las empresas de mudanzas se suelen llevar más de una mudanza en la misma ruta para que les salga económico, de ahí que puedan ofreceros precios muy asequibles.
6. Por último, una vez terminado de empaquetar todas las cosas, haced una lista del número de cajas y maletas que tengáis en el pasillo. Así controlaréis si todo ha llegado a su destino.

Y colorín colorado, esta mudanza anti-estrés y anti-ruina se ha acabado.