12 abril 2013

¡Vente a Alemania, Pepe!


Hasta los McDonald's tienen encanto
Hoy vamos a hablaros de Freiburg, esa ciudad del sur de Alemania que nos ha robado el corazón. Sus calles empedradas, sus panaderías, su catedral, su torre del reloj, sus tranvías eléctricos, sus escaparates y su todo en general, hacen que, nada más poner un pie en la ciudad, te sientas como en un cuento moderno.

Freiburg, o Friburgo en castellano, tiene el tamaño ideal para pasar un fin de semana largo y aprovechar para hacer alguna excursión desde su situación privilegiada. Se puede ir en una hora a Estrasburgo, a Colmar o a Basilea. La Selva Negra está a dos pasos con pueblos bucólicos, lagos enormes, dulces típicos y relojes de cucú. A escasas paradas del centro está el WaldMenschen, un bosque con troncos esculpidos al que mejor no vayas solo.

Patitos ahógandose
La ciudad está plagada de estrechos canales de agua cristalina que en su día alguna función tendrían, pero que ahora son puramente decorativos y un símbolo de la ciudad. Dice la leyenda que si te caes en alguno te casarás con un freiburgués o freiburguesa (¿será así el gentilicio?) y te quedarás para siempre en Freiburg. Nuestra amiga Mónica intentó meter el pie varias veces, pero a propósito no vale.

Comer no sale muy caro en esos lares si sabes cómo. Una cosa que nos gusta de Alemania es que puedes pedirte agua del grifo para comer, o puedes no beber nada, y no te miran raro. Lo normal es pagar todo por separado, incluso los cafés. El camarero se acerca a tu mesa y va cobrando uno a uno. El típico que aquí se pone morado a costa de los demás en las cenas de grupo, allí lo tendría crudo.

El Flammenkuchen del Art Café

Hay muchos sitios de comida rápida sana, que suena contradictorio pero también se puede. Por ejemplo, hay una cadena que se llama Nordsee que es de pescado. El Art Café tiene las mejores Flammenkuchen, que es como una pizza especialidad de la región. Y para los amantes de la comida oriental, el Mai Wok es bueno bonito y barato.

Currywurst contra el frío
Pero para sentir que estás en Alemania, qué mejor que comerte un bradwurst -o un currywurst o cualquiera de sus variedades grasiguarris- en el mercado de la plaza del Münster.  Allí hay mercado de lunes a sábado y a partir de las diez ya empieza a oler a salchicha. El sábado es el mejor día para disfrutar del ambientillo y darse una vuelta por las paraditas, que no sé por qué pero todas tienen su encanto, no como las de mi pueblo.

Si lo que quieres es marcha, nuestro lugar preferido es sin duda el Schlappen. Según el alemán que nos lo recomendó es "el sitio donde pasa todo" y sí, a nosotras nos dio esa impresión...no podemos contar más. El Atlantik y el Elpi son más rocanroleros y canallas y el Warsteiner Galerie está muy bien para unas cervezas tranquilas. Como es una ciudad universitaria hay muchas ofertas dos por uno, happy hours o cóctel del día para que los estudiantes no tengan que hacer botellón con el frío que hace.
¡Vaya troncos!

Para moverte por la ciudad hay un una red de tranvía (Strassenbahn) que te acerca a todas partes. Por nuestra experiencia no hace falta que pagues porque no pasa el revisor. Esperamos que esto no lo haya leído mucha gente. Como el post es larguito y hay muchas fotos, seguro que sois pocos los que habéis llegado aquí.

Easyjet tiene vuelos baratitos a Basilea. Lo que ya es más caro es el autobús que te acerca a Freiburg (unos 20 euros por trayecto). En coche son unas diez horas desde Barcelona. Nosotras la vuelta la hicimos en Bla Bla Car y fue una gran experiencia.

Pues ya sabéis, apuntaros Freiburg en la lista de "Sitios que quiero ver antes de morir", que seguro que no la teníais. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca he ido pero la próxima vez que vaya a mi país intetaré hacer parada en Freiburg! Lo estáis vendiendo muuuuy bien!!!
Que ganas de comerme un Currywurst!!!Ya!!!

Mir dijo...

Precioso, lo corroboro!! Y en verano, mucho mejor porque puedes disfrutar de algunas terracitas con mucho encanto.