16 agosto 2013

Día 9: Phnom Penh - Don Det (4000 islas)

¿un snack de grillos para el viaje en bus?
Cogimos el bus hacia Laos tempranito, iba a ser un viaje largo y cuando se dice largo en estos países lo es: unas 10-12 horas hasta nuestro destino. Partíamos desde la capital camboyana, al sur del país, hacia la única frontera con Laos, al norte del mismo. Nuestro destino era Si Pha Don (4000 islas) donde el río Mekong, antes de seguir su camino hacia el sur, se abre abrazando un conjunto de islitas que son un paraíso terrenal.

En el bus conocimos a dos chicas chilenas, María y Coni y ya nos quedamos con ellas los próximos días. Ellas habían estado trabajando en Nueva Zelanda y con el el dinero ahorrado llevaban más de un mes viajando por el sudeste asiático. Jóvenes, guapas, listas y viajeras, ¡un beso chicas!

Las Longtail boats
El bus nos dejó en medio de una carretera y allí llegó una furgoneta para llevarnos hasta el embarcadero. El ticket hasta la isla de Don Det no estaba incluido en el bus desde Phnom Penh. Fueron 35.000 kips, bastante caro para una barquita llena de gente que te lleva a la isla en diez minutos. Sin embargo, el paseo en la barca (long tail boat les llaman) fue mágico. Caía la noche y las estrellas se multiplicaban a nuestro alrededor, los árboles se reflejaban en las mansas aguas del Mekong y sólo por eso el viaje de doce horas había merecido la pena.

Al desembarcar teníamos pensado ir a unas cabañas que daban al río y que estaban muy bien de precio, pero estaban al otro lado de la isla y cuando ya llevábamos diez minutos caminando por un camino que apenas veíamos (ya era noche cerrada) y con las pesadas mochilas decidimos dar la vuelta e ir a uno de los baratos cerca del embarcadero. Nos quedamos en un bungalow continuo al de nuestras amigas. Mar ya incluso se había duchado cuando vimos la segunda cucaracha que salía de la cama y decidimos irnos de allí por patas. 
Cabañas con vistas al río


Nuestro dulce hogar durante 3 días
Por suerte, justo unos metros más adelante, en el Malina Resort Hotel, nos ofrecieron unos bungalows mucho más aseados y con desayuno incluido donde pasamos las próximas tres noches (40000 kips por cabaña). Nos acicalamos y nos fuimos a cenar y a darnos un homenaje. Mar ya estaba bien del estómago y estaba dispuesta a comerse hasta las cucarachas si hacía falta. Nos tomamos nuestra primera Lao Beer, que nos supo a gloria, y decidimos recorrer la isla en bicicleta al día siguiente.
Escenas cotidianas en el paraíso







2 comentarios:

Maruja dijo...

Amiga ya estamos de vuelta del balneario, así que sigo tu viaje con gran interés. El día 25 estaremos en Sevilla pues pensamos llevar a mi hermana que ha pasado aquí el verano, Paula y Marina vendrán con nosotros.Un beso.

Anónimo dijo...

Un "hogar" dulce dulce....ya lo creo ;)
Fa