El cartelito de rigor |
Nos encontramos con las chilis en un tuk tuk y nos dirigimos, aunque el tiempo no acompañaba mucho, a las cascadas Kuang Si, a una media hora del pueblo (30000 kips por persona ida y vuelta). Al llegar había una taquilla donde te cobraban entrada pero en realidad no hace falta pagar, está allí por si cuela.
Perdidas en las cascadas |
Volvimos a la ciudad un poco tristes porque se acercaba la despedida. Antes, sufrimos una última aventura conjunta. A Coni se le tragó un cajero su tarjeta. Para sacarla había que llamar a un número local y nos costó horrores que alguien nos ayudara. Era imposible que llamáramos nosotras porque no iban a entender nada.
Una vez más sentimos la impotencia de lidiar con esa gente tan alejada de nosotras y tan poco empática. No sabemos de donde viene eso de el país de la sonrisa y de la gente encantadora...¡todo mentira!. A ver, nos hemos cruzado con gente maja, pero en general no hemos interaccionado mucho con la gente local y cuando lo hemos intentado han reaccionado entre enfadados y asustados.
Una vez más sentimos la impotencia de lidiar con esa gente tan alejada de nosotras y tan poco empática. No sabemos de donde viene eso de el país de la sonrisa y de la gente encantadora...¡todo mentira!. A ver, nos hemos cruzado con gente maja, pero en general no hemos interaccionado mucho con la gente local y cuando lo hemos intentado han reaccionado entre enfadados y asustados.
Piscinas cristalinas |
Al final hicieron la llamada y todo se solucionó, nos despedimos de las chilis con lágrimas en los ojos. ¡Nos vemos pronto niñas!
Fuimos a cenar a un sitio tan lugareño que estábamos solas y teníamos a una familia viendo la tele ensimismados al lado. Dimos una vuelta por el Night Market y justo cuando nos encontramos a una pareja española empezó a llover a mares. Estuvimos una hora hablando debajo de una marquesina, incapaces de salir y alucinando viendo como los vendedores, con el agua ya por la rodilla, recogían tranquilamente sus puestos en el mercado. Cuando amainó un poco volvimos al hotel chorreando y nos metimos en el catre.
Cascadita laosiana |
2 comentarios:
Nenas...me acabo de leer todos los post del viaje del tirón! Como quien se lee la mejor de las novelas y no puede parar jaja
Me encanta! y que bien lo habéis aprovechado.
He de reconocer que la parte masajes, manicuras, etc...no me las esperaba jaja...Cuánto glamour las sinpelas!!!
Muchos bss!
Fa
¡Fa! ¡Qué bien que te guste! Ya falta muy poco para acabar con el diario...
Pues sí, en estos países el glamour es tan barato que todo lo que no nos hacemos aquí, ¡lo hacemos allí! Y bien monas y relajadas que estábamos.
Nos vemos muy pronto amiga!
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